Charlotte Penn Chark

Reseña: CORINEE de Charlotte Penn Clark + Extracto

February 13, 2016, 0 Comments | Comentarios




CORINEE
CHARLOTTE PENN CLARK


Título: Corinne
Autora: Charlotte Penn Clark
Serie: The Carmichaels: Parte 1
Fecha de publicación (inglés): Enero 15, 2016

Corinne Carmichael se encontraba lista para anunciar su independencia. Con un trabajo de molelaje por el verano y la universidad comenzando en el otoño, por fin podría escapar de su poderosa familia política. El conocer a un joven y caliente fotógrafo francés en su primera sesión de fotos fue la guinda del pastel. Pero cuando su vida comienza a complicarse, se encuentra apoyándose más y más en su novio de larga distancia. Cuando la tragedia golpea, ¿lo que comenzó como un osado romance de verano puede convertirse en algo más serio?

RESEÑA

**Recibí una copia a través de NetGalley a cambio de una reseña honesta**

Al comienzo, la historia era buena, me refiero a que había una buena posibilidad de que me iba a gustar, pero entonces… no sé lo que pasó, todos los hechos parecieron muy falsos y en su mayoría forzados, y al final toda la historia perdió su camino para mí.

Esta historia nos cuenta la vida de una chica con una carrera de verano como modelo —a pesar de los deseos de sus padres. En su primera sesión de fotos conoce a un chico, y creo que la química natural entre ambos era un tanto divertida, y por supuesto, coquetearon… un montón, pero cuando el último día de sesión llega y ambos deben regresar a sus respectivos hogares, deciden mantenerse en contacto.

Es el asistente del fotógrafo o algo parecido, pero está aprendiendo a hacer su propia fotografía profesional; y ella modela, pero se encuentra a punto de ir a la universidad y conseguir su título, por lo cual, debido a todo eso, sus horarios no coinciden, además, viven en lados opuestos del país. Pero contra todo pensamiento, mantienen una relación a distancia —sin estar en una relación de verdad; el padre de ella es un político, lo que hace que su vida y la de sus hermanas deban ser moderadas, y por ende, su relación tiene que estar en secreto, pero siendo quien es, eso es difícil; cuando se encuentran en la cúspide de su amor, una tragedia ocurre y necesita actuar como una adulta… fin, bueno ese no es el fin, pero lo fue bastante para mí.

En general, hay una mala-falta de algo, sentí como si siempre fuera lo mismo, como si su relación estuviera en una constante repetición.

Independientemente, creo que la historia es agradable de leer, pero para mí, no fue demasiado sorprendente como para tener más de 4 estrellas. Además, leí un extracto del segundo libro, y parece ser más mi cosa… así que de verdad quiero leerlo.
Libro: +3.5


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Extracto

—¿Estás bromeando? —Corinne Carmichael bajó la taza de café para mirar a su padre. Él le devolvió la mirada sin decir nada. Ella lo intentó de nuevo—. ¿Estás diciéndome que quieres que deje de tomar trabajos de modelo? Como ¿ahora?

Su padre todavía no hablaba; simplemente se inclinó en la silla y la miró continuamente, como si esperara que se rindiera. Bueno, estaba harta de rendirse. Se apartó de la mesa del desayuno y se puso de pie. La confrontación era en la mesa del desayuno en la propiedad de su familia en Boulder. Los rayos de luz provenientes de las ventanas y las puertas francesas revelaban un fondo de pinos y paisajes montañosos. Al menos parecía tranquilo. 

—No. —Ahí estaba. Dejó la taza en el fregadero y se giró para abandonar la habitación, consciente de sus cuatro hermanas menores aún en la mesa, boquiabiertas. 

—Corinne. —La voz de su padre era calmada, pero la detuvo a medio paso. Apretó los dientes. ¿Cuándo dejaría de tratarla como una niña? ¿Cuándo dejaría de permitírselo? Quería salir de la habitación, pero no podía hacer que sus pies cooperaran. Roger Carmichael era un fuerza con la que contar, en casa y en los pasillos del poder de la nación. 

—Te estoy pidiendo que lo hagas por la familia. 

Corinne se giró para enfrentarlo. 

—No estás pidiendo, estás demandando. Pedir es cuando usas palabras como “¿te importaría?” o “¿cómo te sentirías acerca de?” Pedir incluye signos de interrogación. No escuché ninguna pregunta en tu voz cuando me dijiste que despejara mi agenda. 

—Corinne… —Ahora su madre intentaría razonar con ella, persuadiendo y engatusando hasta que Roger lo consiguiera. Cuán predecible. Corinne sintió su temperamento elevarse hasta estar furiosa. Escuchó a su padre murmurarle algo a su esposa, quien asintió. Siempre estaban de acuerdo acerca de todo. Siempre le presentaban un frente unido al mundo. Era irritante. 

—Te dejamos modelar. A pesar de nuestras dudas —señaló Claire Carmichael. Su acento siempre marcándose un poco más cuando se estresaba. 

Corinne bufó. 

—Solamente porque no pudieron detenerme cuando cumplí dieciocho. 

—Te dejamos ir a la UCLA a pesar de que te queríamos más cerca de casa. 

—¡Es normal dejar la casa para ir a la universidad! Y todavía tienen tres niñas en casa. ¿Por qué me necesitarían aquí? —Sus padres no mordieron el anzuelo, pero Corinne vio a su siguiente hermana menor, Daisy, sonreír. 

—¡Buen punto! —dijo Daisy—. Y la universidad me mostró cuán sobreprotectores son ustedes. 

Daisy acababa de regresar de su primer año en Princeton, lo cual era incluso más lejos de la casa en Colorado que Los Ángeles. Corinne observó los rostros de sus hermanas mientras veían este drama desarrollarse poco a poco. Cada una tenía un papel que interpretar en la familia. Daisy siempre hacía lo que quería y nunca parecía meterse en problemas por ello, quizás porque sus padres entendían su ambición en los negocios y las finanzas mejor que los intereses de Corinne por el arte. Valerie era callada y observadora, prefiriendo los libros a las personas. Las hermanas más jóvenes, por otro lado, ambas eran atletas quienes eran sumamente competitivas. A los quince, Marie ya ganaba torneos juveniles de tenis. Samantha, un año más joven, traía a casa trofeos como una esquiadora. Con cinco chicas en la familia, todas tenían que forjar un nicho por su cuenta. Y el nicho de Corinne desconcertaba a sus padres: le encantaba la moda y la cinematografía, pero para ellos, simplemente parecía frívola. Y eso dolía. 

—Este verano es muy importante para todos nosotros. —Les recordó Roger con una mirada significativa. Corinne luchó contra más molestias. Por supuesto que esto se trataba de la Gran Decisión. Todos iban a estar en un limbo hasta que su padre decidiera si iba a postularse o no a la presidencia. Como un miembro de una famosa familia política tenía bastante experiencia con los compromisos necesarios de una vida pública. Su padre ya pasaba la mayor parte del tiempo en D.C. como un senador por Colorado; también trabajaba largas horas cuando se encontraba en casa. Y sus hijas habían sido entrenadas para ser conscientes de su imagen desde una edad temprana. Quizás ese era el porqué modelar se sentía tan bien para Corinne.

—Ya firmé un contrato para una sesión de fotos en Hawái en junio —anunció—. No querrías que rompiera mi palabra, ¿o sí?

Su padre entrecerró los ojos y apretó los dedos. 

—Se supone que me dejarías aprobar tus trabajos. Mi equipo debería comprobar a todo el personal, releer el contrato, evaluar la seguridad en las locaciones, como lo hemos hecho siempre. Pude hacer que todas las personas en la sesión firmen un contrato de confidencialidad, así no pueden hablar con los medios. —Frunció el ceño—. Quizás todavía pueda. 

—¡No! —Corinne levantó las manos. Entonces se inclinó hacia él para dar énfasis—. No, papá. 

Roger también se puso de pie, elevándose sobre su hija, aunque Corinne era alta. Señaló a su hija y abrió la boca… 

—Suficiente —dijo firme Claire. Todo el mundo se giró para verla con sorpresa—. Ese trabajo ahora es un hecho consumado, pero no debes tomar ninguno nuevo, Corinne. Nos encontramos en una posición delicada en estos momentos. Hemos intentado mantenerlas a todas fuera de los medios tanto como nos es posible con la carrera de su padre. Quizás no deberíamos sorprendernos porque ahora quieren algo de atención para ustedes, pero las personas famosas atraen una atención indeseable. 

Corinne comenzó a protestar. No quería atención, como su madre lo puso tan condescendientemente. Quería independencia y control sobre su propia vida. ¡Era una adulta, maldición! 

—No soy famosa —se quejó—. Soy solo su hija. Estoy tan cansada de ser la hija mayor de una estrella en ascenso, senador Carmichael. 

—Intenta ser la hija más joven de bla bla bla —dijo Sam con un bufido. 

—O cualquiera de nosotros en el medio —añadió Marie, haciendo una mueca. 

Claire se rió e incluso Roger sonrió. Corinne apretó los dientes. ¡Esto era serio! 

—Tu momento llegará, al igual que antes llegó el mío. Mi padre era gobernador de los Estados Unidos, ¿recuerdas? —dijo Roger, agarrando un diario. Es probable que pensara que tenía "manejado" este inconveniente doméstico y podía regresar a dirigir el gobierno federal. Corinne quería rodar los ojos. 

La conversación en la mesa regresó lentamente a la normalidad: la logística de llevar a Valerie a su trabajo de voluntariado en el refugio de animales, a Marie a la fiesta de Nicky, a Samantha a su fiesta de pijamas. Roger debía volver a Washington D.C. más tarde ese día y Daisy pronto lo acompañaría ahí para su pasantía de verano. Corinne se acomodó el cabello sobre un hombro y abandonó la habitación sintiéndose frustrada. Pudo haber ganado una pequeña batalla, pero aún estaba perdiendo la guerra.

Acerca de la autora
Charlotte Penn Clark es una lectora de toda la vida de los romances históricos y reciente escritora de romances contemporáneos y new adult. Escribe acerca de mujeres inteligentes y del hombre que se enamora de ellas, e intenta mantenerlos lejos de malentendidos extraños. Vive en la ciudad de Nueva York con su familia.

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